Es poco habitual ver a una mujer en el mundo de la pesca. En las zonas costeras se puede apreciar más su presencia en oficios que incluyen el marisqueo, la acuicultura, la comercialización del pescado, etc. Sin embargo sigue resultando extraño encontrarse a una mujer empuñando una caña.

Ha de destacarse el importante papel que tuvo la mujer dentro de la pesca deportiva en España antes de la Guerra Civil. En los años 20 y 30 la mujer ostentó un gran papel en funciones de elaboración de cañas como otros aparejos, al igual que en la práctica de este deporte.

 

Hace testigo de ello una revista generalista del año 1936, la cual contaba que existía un número elevado de mujeres que se dedicaban a practicar la pesca deportiva, incluso estando asociadas a clubes.

 

Tras la guerra empezamos a ver como la imagen de la mujer en este mundo empieza a trasladarse a un segundo plano, debido a la retrógrada formación moral del régimen. Esto ocasionó que este deporte se convirtiese en algo exclusivo para el hombre, dejando a la mujer en un segundo plano, pudiendo participar únicamente como espectadora de su marido.

Parece que esta imagen no se ha desvanecido por completo en la actualidad, aún es muy complicado imaginarse a una mujer realizando este tipo de deporte, sin embargo no son pocas las que, pese a los lastres de un pasado reciente, se hacen cada vez un hueco mayor en este mundo de hombres.